
Decís perdón y un vaso termina en el fondo de sed. Ya fue, me voy y puertas se cierran dejando caer la sonrisa que esquiva Carlitos que dice que hoy gana el ciclón, le pateo cenizas al piso y me rindo frente a mi portón. Avanzo por la calle angosta y me llama Graciela al pasar. Le digo: me abrigo, vos no te preocupes si llueve no me va a importar. Voy pensando en que no hace ni un año y las cosas ya no son igual, las disculpas no cuesta aceptarlas.. me cuesta saber perdonar. Y vuelvo a despertar cansado de estar tan cansado de ser. Me digo: ¡no hay mitad que sea tan mala como la que tenes! Y olvido que traigo conmigo canciones y amigos. Tu alma es ahora mi estrella, el dolor ya no hace mal. Mirando estoy, a veces me toca el silencio total. Colgado de la hoja más alta del árbol que sé imaginar.. Porque hay cosas que sangran por dentro y nadie las puede notar, y me acuesto en la cama en que un día la ropa te supe robar. Y vuelvo a despertar cansado de estar tan cansado de ser. Me digo: ¡no hay mitad que sea tan mala como la que tenés! Y olvido que traigo conmigo canciones y amigos, tu alma es ahora mi estrella. El dolor ya no hace mal. Si persibo en la luna esa luz eterna que reza tu nombre y combina el sabor. Quiero amanecer, que mañana no soy si no tuve tu ayer…