No fui yo, ni vos, ni ella, ni él los que hicieron que se vaya a pique esto que llamabamos amor. Preferimos la derrota compartida al triunfo en soledad. (Que bien nos hizo entenderlo) Cada uno con sus cosas y a otra cosa, ya no importa el que dirán. No importa, la verdad. Tejiendo telarañas bajo el mismo techo. Miradas extrañas, aromas nuevos. Poniéndole un cebo a los celos y no caen nunca, olvidé tu cara por tanto ver tu nuca. Cada uno con sus cosas y a otra cosa, ya no importa el que dirán. No importa, la verdad. A espaldas pero de frente, siguiendo con la rutina como las golondrinas cruzan el continente. Saliendo a buscar afuera lo que perdimos dentro, consiguiendo alimento que nos salve de esta hambruna. Cada uno con sus cosas y a otra cosa, ya no importa el que dirán. No importa, la verdad.